sábado, 5 de noviembre de 2016

Ser cristiano es vivir dispuesto a ayudar incondicionalmente a quien lo necesite

No creo que nadie, hoy menos que nunca, pueda considerarse gente amorosa y cristiana si no cuida del pobre y del necesitado, quienquiera que sea y donde quiera que esté. Se trata de una responsabilidad subrayada por Cristo que debemos tomar más en serio… Mucho más en este año especial de la misericordia que ya casi estamos concluyendo.
Recordemos aquel crucial pasaje de I Corintios 13.3: “Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso”. 
Se trata de un contundente recordatorio sobre el temaÑ dar de nuestras posesiones y vidas al pobre y necesitado siempre nos beneficia. Pero solo nos beneficia si lo hacemos con amor. 
Puede que sientas que estás haciendo “bien” al dar o compartir algo con los pobres. Es bueno hacerlo... pero  “¿bueno para qué? ... “bueno para quién?”.
Echa un vistazo a tu vida:
¿Cómo ayudas cuando ayudas?
¿Te das a ti mism@ por una causa? ¿O lo haces simplemente porque debes?
¿Hay amor en tu corazón? ¿Es un amor respetuoso, atento y tierno o un poco despectivo?
¿Te importan aquellos a quienes dices servir? ¿Tan siquiera los ves cuando están frente a ti?
Por ejemplo... ¿notas a la cajera en el supermercado o al que te vende el periódico?
¿Notas a la persona que, en el  lugar de trabajo, lo hace al lado de la tuya?
¿Ves y atiendes a los demás durante el día o simplemente están en tu camino, en tu camino hacia hacer algo “bueno”?...
Si quieres que tu vida y tus acciones sean de beneficio para ti y para otros, asegúrate de tener verdadero amor.
Camina despacio hoy. Mira a las personas en los ojos. Nota sus gozos y tristezas. Compártelos. Atiéndelos. Ámalos. No te limites a “hacer el bien”. El dar con amor será de beneficio para todos, incluso para ti.
Dios es amor. Sin Dios no hay amor. Y sin amor no hay Dios.
Entonces la pregunta podría extenderse un poco más: ¿qué implica para mí creer en ese Dios y amar como ama ese Dios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario