viernes, 1 de abril de 2016

El peor de los miedos es tener demasiado miedo


Lo dijo san Juan Eudes, «el peor de los miedos es tener demasiado miedo».

Malgastar la vida es vivir esclavo. ¿Lo eres tú? ¿Quizás eres esclavo de las heridas que recibiste cuando niño?, ¿o de tus traumas de la infancia?, ¿o de lo que alguien decidió que fueras?, ¿o de una relación que no te satisface?, ¿o de un trabajo que no disfrutas?, ¿o de la rutina de tu vida? ¿O del miedo?

¡Ya libérate! ¡Bota ya ese costal que llevas en la espalda, lleno de resentimientos, culpabilizaciones y rencores. Deja ya de culpar a otros o a tu pasado por lo que no marcha bien en tu vida. Cada día tienes la oportunidad de empezar otra vez. Cada mañana, naces de nuevo y recibes otra oportunidad para cambiar lo que no te gusta y mejorar tu vida. ¡Aprovéchala !

La responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado, sino sólo de ti. ¿Qué es lo que te tiene paralizado?, ¿el miedo al rechazo?, ¿al fracaso?, ¿al que dirán?, ¿a la crítica?, ¿a cometer errores?, ¿a estar solo?

¡Rompe ya esas cadenas que tú mismo te has puesto! A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes. 

Tú eres parte de la vida y, como todos, puedes caminar con la frente en alto y los ojos abiertos. Los errores del pasado ya han sido olvidados y los del futuro serán perdonados. Date cuenta de que nadie, mucho menos Dios, lleva un registro de tus faltas, sólo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga, ese mal amigo que siempre te critica, ¡eres tú mismo! Ya déjate en paz, ya perdónate: ¡sólo tú puedes hacerlo!...





No hay comentarios:

Publicar un comentario