viernes, 1 de abril de 2016

¡APÁRTAME, SEÑOR, del camino fácil y de la vida cómoda!

 




Quiero jugar en terreno limpio y sin piedra
Recorrer aquellos caminos que no conducen a peligro alguno
Disfrutar de aquellos valles que no sean excesivamente profundos
Más, Tú, Señor, con o sin mi permiso, te lo digo:
¡APÁRTAME, SEÑOR!

No me dejes en la tentación de lo fácil,
No dejes que, mi vida, sea un trayecto de mínimos.
No permitas que, ante las dificultades,
me repliegue por cobardía, el qué dirán o vergüenza.
¡APÁRTAME, SEÑOR!

Porque Tú lo sabes, aspiro a tener
aunque mil veces te diga que lo importante es “ser”
Porque disfruto recibiendo más que ofreciendo
Porque, el ser perdonado, siempre me resulta
más gratificante y hasta menos duro ante los ojos de los demás
que, ir por ahí, yo perdonando. 
¡APÁRTAME, SEÑOR!

Llévame a un lugar donde pueda estar conmigo mismo
Donde Tú puedas habitar conmigo
En el que, cara a cara, puedas colocar a Dios
con la misma fuerza, que Tú lo tienes clavado en tu corazón.
¡APARTAME, SEÑOR!

Porque tengo miedo a dejarme llevar
por la corriente del “todo vale”
Porque tengo miedo a perder de vista
el horizonte la bandera de la Pascua ondea
Porque, simplemente Señor,
pocos me hablan de Ti…y muchos dicen no conocerte
¡APÁRTAME, Y LLÉVAME A TI, SEÑOR!


P. Javier Leoz

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